El dolor pélvico crónico es un dolor que se siente en la parte inferior del abdomen y que no se alivia con los analgésicos convencionales. No están asociados con una infección o enfermedad en particular y el origen de estos dolores a veces es difícil de establecer. La proximidad de los sistemas digestivo, reproductivo y urinario dificulta un diagnóstico preciso. Estemos tranquilos, durante varios años, estos dolores han sido mejor manejados por un enfoque multidisciplinario.
¿Qué es el dolor pélvico crónico?
El dolor pélvico es un dolor localizado en la parte inferior del abdomen. Se consideran crónicas cuando duran más de 6 meses. Pueden adoptar diferentes formas, pero tienen el punto común de ser persistentes y no aliviarse con los analgésicos habituales.
Es muy común en las mujeres. Vale la pena explorar estos dolores para asegurarse de que no haya ningún problema subyacente que deba tratarse.
¿Dónde se localiza el dolor pélvico?
El dolor pélvico corresponde al dolor que se siente en la región de la pelvis, es decir, a nivel del bajo vientre y la parte superior de los genitales. Pueden ser de leves a muy intensos. Son crónicos en 11 a 20% de las mujeres. Se presenta con regularidad en las mujeres jóvenes que se encuentran en edad fértil.
La mayoría de las veces, las causas son benignas y están ligadas a problemas ginecológicos o urinarios. A veces, sin embargo, la causa del dolor pélvico es más grave, por lo que es necesario buscar el origen. Los médicos evalúan las posibles causas ginecológicas del dolor pélvico.
Síntomas
El dolor pélvico crónico puede o no ser cíclico. En los hombres se manifiestan por dolor en el bajo vientre o en los genitales al orinar, defecar o durante las relaciones sexuales y suelen acentuarse al sentarse. En las mujeres, el dolor pélvico crónico puede ser cíclico y estar relacionado con el ciclo menstrual o no. A menudo causa:
- Sensaciones de ardor o estiramiento.
- Opresión.
- Lanzamientos.
- Dolor durante el coito.
- Dolor al orinar o defecar.
¿Causas del dolor pélvico crónico?
Las causas del dolor pélvico crónico son múltiples y fundamentalmente urológicas, ginecológicas o intestinales.
Dolor pélvico crónico: origen urológico
En los hombres, la causa más común es la prostatodinia o dolor de próstata. En las mujeres, el dolor puede deberse al síndrome de la vejiga dolorosa o a la cistitis.
Dolor pélvico crónico: origen ginecológico
En las mujeres, muchos dolores pélvicos no crónicos son el resultado de adherencias en los genitales: se trata de pequeñas adherencias que impiden la movilidad de los órganos. Este dolor también puede ser consecuencia de un posible traumatismo o de un procedimiento quirúrgico previo (cistectomía, episiotomía, etc.). Por último, el dolor pélvico crónico cíclico puede deberse a endometriosis (células uterinas que se encuentran fuera del útero).
Dolor pélvico crónico: origen intestinal
El dolor pélvico crónico a veces también es causado por disfunciones gastrointestinales. Esto se debe a que el dolor intestinal puede proyectarse por todo el abdomen, incluida la zona pélvica. Síndrome del intestino irritable o enfermedad celíaca, que provocan una dolorosa inflamación del intestino, por ejemplo provocan dolor pélvico.
Dolor pélvico crónico: otras causas
Más raramente, el dolor pélvico crónico finalmente también puede deberse a:
- causas musculares (músculo elevador del ano no funcional)
- causas neurológicas (nervio pudendo sobreestimulado).
- causas venosas (varices en el útero por ejemplo).
Consecuencias
El dolor pélvico crónico a menudo es particularmente debilitante.
- Pueden disminuir el número y la calidad de las relaciones sexuales.
- Impiden la eliminación eficaz de las heces, provocando así el estreñimiento.
- Son una fuente de ansiedad porque, en ausencia de un diagnóstico preciso, se pueden prescribir muchos exámenes a veces invasivos.
El diagnóstico de dolor pélvico crónico a menudo implica numerosos exámenes. De hecho, es necesario descartar cualquier causa infecciosa en particular. Por lo general, se prescribe un análisis de sangre y un análisis de orina. Se pueden realizar ecografías pélvicas para asegurar la integridad de las estructuras renales, urinarias y ginecológicas. Finalmente, en caso de sospecha de patologías específicas, se pueden considerar exploraciones complementarias más específicas, como la cistoscopia o la fibroscopia.
Tratamiento y prevención
El tratamiento se basa en comprender las causas del dolor. Si los analgésicos moderados pueden dar resultados, otras drogas como los antihistamínicos también son a veces eficaces.
Se recomienda psicoterapia si el dolor no se puede controlar o si aumenta con el estrés. De hecho, la prevención del dolor crónico no es posible, porque el origen del dolor es variable y la intensidad impredecible. Sin embargo, se recomienda y es beneficioso el control del dolor a largo plazo para los pacientes que se han sometido a una cirugía.
¿Cuándo debe consultar a un médico por dolor pélvico?
Le recomendamos que consulte a su médico cuando su dolor pélvico se vuelva debilitante y le impida ir al trabajo o a la escuela.
Realizará el examen físico y el balance necesarios para establecer el origen de estos dolores. Dependiendo de su causa, se puede desarrollar un tratamiento. Si no se descubre una causa somática y el dolor está más relacionado con dolencias psíquicas, se puede establecer una psicoterapia con un psicólogo. De hecho, en algunos casos, el dolor pélvico puede estar relacionado con trastornos de ansiedad u otro trauma psicológico.
Dolor pélvico después del sexo
Las relaciones sexuales a veces pueden ser una fuente de dolor llamada “dispareunia”. Estos pueden aparecer antes, durante o después del acto sexual. Hay muchas razones para esto, ya sean psíquicas o somáticas. Otros síntomas pueden acompañar a este dolor, como picazón, sensación de incomodidad, sangrado anormal, signos de afecciones en la piel, etc.
Para tratar la dispareunia, el objetivo es comprender su causa. El tratamiento dependerá del origen del dolor. Dado que hay muchas causas posibles, llame a un médico general, quien puede indicarle la mejor atención posible.
Dolor pélvico debido a la menopausia
La menopausia corresponde al cese definitivo de la menstruación en la mujer tras el cese de la actividad de los ovarios. Mientras que algunas mujeres no tienen dificultad con este cambio, para otras puede ser un momento difícil debido a los muchos síntomas que se presentan (sofocos, sudores nocturnos, estreñimiento, aumento de peso, estado de ánimo, etc.). A veces sucede que en el momento de la premenopausia, se siente más el síndrome premenstrual.