Reanudar el sexo después del embarazo es un aspecto muy delicado para la pareja, ya que varios factores pueden incidir negativamente en el deseo y la excitación. Veamos en detalle qué sucede y algunos consejos para recuperar una buena intimidad.
Esperar un bebé, convertirse en padres, son eventos llenos de miedos, expectativas y nuevas sensaciones para la pareja. En la mujer se producen una serie de cambios fisiológicos preparatorios, tanto físicos como psicológicos, para entrar en una nueva etapa de la vida.
De la misma forma, el compañero, que tiene el límite de no experimentar estas transformaciones en su propio cuerpo, se prepara para afrontar un cambio importante.
Incluso durante el embarazo, la vida sexual también pasa por una serie de adaptaciones y nuevos descubrimientos que, si se viven con curiosidad y serenidad, representan un nuevo espacio por explorar y un enriquecimiento para la pareja y para el nuevo equilibrio. Y después de que nace el bebé, ¿qué sucede?
Tener sexo después del embarazo
El miedo a que la frecuencia de las relaciones sexuales después del parto disminuya dentro de la pareja es una de las preocupaciones más extendidas entre las mujeres.
En este sentido, cabe destacar que existen pocos estudios que investiguen la sexualidad en la pareja, muchos de los cuales se centran casi exclusivamente en las mujeres.
Lo que surge con bastante frecuencia de los datos disponibles es la falta de apoyo de figuras profesionales con experiencia en el campo y la necesidad de implementar y mejorar el apoyo a las mujeres y parejas en general, incluso durante el embarazo.
El estado de embarazo crea una condición psicofísica favorable a un enriquecimiento de la sexualidad: el aumento de hormonas en circulación, la presencia de endorfinas, la disminución del umbral sensorial, mayor circulación sanguínea en los genitales, el aumento de volumen y reactividad uterina, son todos factores que te permiten disfrutar profundamente de tu cuerpo quizás más que en cualquier otro momento de la vida.
Sin embargo, la experiencia de las mujeres en relación con la sexualidad en el embarazo a menudo está influenciada por factores socioculturales y creencias que contribuyen a introducir dinámicas disfuncionales en la pareja.
¿Cuándo se puede tener sexo después del embarazo?
Según algunos estudios, dentro de las seis semanas posteriores al parto, el 41% de las nuevas madres que han tenido un parto natural tienen relaciones sexuales con penetración, y el porcentaje aumenta al 78% a las 12 semanas. Sin embargo, si el parto requirió una cesárea u otra cirugía vaginal, o si hubo laceraciones o una episiotomía, la reanudación de la actividad sexual tiende a ocurrir más tarde.
A lo largo de los años, las recomendaciones de los médicos han cambiado, pero el mejor consejo es el mismo: esperar tres semanas o al menos hasta que desaparezca el sangrado para que el útero tenga tiempo de sanar. Y lo más importante: espera hasta que te sientas listo. Puede tomar semanas, a veces incluso meses, pero es seguro que sucederá tarde o temprano.
¿Qué afecta la reanudación del sexo posparto?
En el período inmediatamente posterior al nacimiento ocurren cambios radicales en la vida de la pareja, particularmente en los primeros 40 días de vida del bebé. La primera relación sexual posparto puede posponerse por varias razones, entre ellas:
- factores biológicos como fatiga, privación de sueño, alteración de las hormonas sexuales, cicatrización perineal y disminución del deseo
- factores contextuales como el nuevo rol de los padres
- factores psicológicos como la formación de la identidad materna y el miedo al dolor en las relaciones posparto. Además de estos aspectos, al inhibir las relaciones sexuales después del parto también existe el temor de estar en riesgo de un nuevo embarazo.
Deseo sexual en la mujer después del parto
Físicamente, una mujer puede posponer el sexo posparto:
- por el recuerdo del dolor y esfuerzo del parto , a veces exacerbado por el miedo al embarazo
- por el alto nivel de prolactina que reduce aún más la libido
- porque, como relatan muchas mujeres, uno percibe que su cuerpo está exclusivamente disponible para el bebé, especialmente si está amamantando; esta última, primer símbolo del deseo y la feminidad, ahora está a cargo de las funciones maternas, como la lactancia materna.
Añádase a esto que la sexualidad suele dejarse de lado en los últimos meses del embarazo y, para el cuerpo femenino, la abstinencia puede ser un factor que contribuya a la disminución del deseo tras el parto.
Dolor y sexo después del parto
El miedo al dolor o al sangrado en las relaciones sexuales posparto puede ser una de las razones psicológicas de la disminución del deseo. Según un estudio de la investigadora M.Glowacka, el dolor pélvico genital, que alrededor del 49% de las mujeres experimentan durante el embarazo, persiste después del parto en la mayoría de los casos, mientras que solo el 7% de las mujeres lo desarrollan después del parto.
Por lo tanto, la pérdida del deseo después del parto puede estar relacionada con el miedo al dolor.
¿Qué hago si todavía siento dolor al tener sexo después del embarazo?
Si después de un tiempo las relaciones sexuales siguen siendo dolorosas, a pesar de toda la delicadeza y atención, vale la pena hablarlo con tu ginecólogo quien también puede sugerirte el uso de geles y cremas lubricantes para facilitar la recuperación de la intimidad de la pareja.
No esperes las ganas de volver. No se debe descuidar el sexo mientras se espera que el deseo regrese por sí solo: el deseo se alimenta a sí mismo, así como la pérdida del deseo; necesitas mantener el deseo encendido y poco a poco se reanudará la intimidad.
Participa activamente guiando a la pareja en el placer sexual yno esperes a que la pareja tome la iniciativa sola: identifica el momento en el que te sientes más relajado, más disponible y más atraído por la pareja sin hacer uso de la excusa de que el tiempo es no encontrado
Recuperar la concentración: es fácil tener la mente ocupada por otros mil pensamientos relacionados con la gestión diaria pero puedes intentar llevar tu atención de vuelta al ‘aquí y ahora’: concéntrate en lo que estás haciendo en ese momento, en el parte del cuerpo acariciada; Al principio, es probable que los pensamientos tiendan a divagar de nuevo, pero se necesita algo de entrenamiento para que la situación mejore.
El cuerpo necesita varios meses para volver a estar en forma pero lo importante es, con el tiempo, poder hacerse con espacios para el cuidado personal. Una de las principales dificultades de una mujer para retomar las relaciones íntimas es que ya no se siente deseable.
No debemos olvidar que somos una pareja: muy importante y una prioridad para la pareja es labrarse un tiempo para estar juntos: aprovechar la disponibilidad de los abuelos, niñeras o vecinos para salir con la pareja sin sentirse culpable: si tuvimos un bebé significa que nos amamos y nuestro amor debe ser nutrido, para dar el alimento justo, también en términos de serenidad, a nuestra familia.
También es una enseñanza positiva para nuestros hijos transmitir un mensaje de amor por ellos mismos ante todo: la maternidad no es un deber, que nos obliga a renunciar a nosotras mismas y el amor no es sólo sacrificio.
En conclusión, es bueno recordar que en caso de dificultad para reanudar las relaciones sexuales, después del nacimiento de un hijo, puede contactar, además de su ginecólogo, con un psicoterapeuta con formación específica en el campo sexológico.
¿Cuándo vuelve el deseo después del parto?
No existe una regla única para todos. El deseo de tener relaciones sexuales posparto puede variar mucho de una mujer a otra. Recuperar la posesión de tu cuerpo y encontrarte bien incluso con las nuevas formas modificadas por el embarazo ciertamente favorece la aparición del deseo sexual después del parto.
Esto también depende de la relación que la mujer haya tenido siempre con su imagen: una mujer que se sienta cómoda con su cuerpo probablemente tendrá menos dificultades para recuperar su sexualidad. De hecho, los cambios que trae el embarazo pueden causar vergüenza y temor de que el cuerpo sea menos seductor que en el pasado.
Además, como se mencionó anteriormente, el cuerpo de la mujer pasa de ser sexualizado al cuerpo de una madre, por lo que es importante, gracias a la participación de la pareja, retomar lo antes posible la experiencia de un cuerpo capaz de sentir placer y deseo.